Una invitación personal con Jesucristo
- José Rondón
- 19 jul 2020
- 6 Min. de lectura
Un recorrido por las Exhortaciones Apostólicas: Evangelii Gaudium, Gaudete Et Exsultate y Amoris Laetitia, del Santo Padre, Su Santidad el Papa Francisco.
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium
Este documento, está compuesto por cinco capítulos, donde traducido el título se establece de la forma siguiente: "La Alegría del Evangelio". En esta exhortación el Papa Francisco, quiere invitar a los fieles cristianos, a una nueva etapa evangelizadora; en este documento, el Papa realiza una invitación personal con Jesucristo. Invita a vivir con alegría el Evangelio, y pone como ejemplo diferentes pasajes de la Biblia, donde presenta esta clara manifestación de alegría, por parte de los cristianos en diferentes momentos de la misma.
El anterior párrafo, me recuerda la reciente publicación de el "Nuevo Directorio de Catequesis" por parte de la Santa Sede, que menciona el llamado a evangelizar por parte de todos; pienso, es una forma de reafirmar lo dicho por el Santo Padre en esta exhortación, y que llegó a recalcar en muchas ocasiones, el llamado a "patear la calle", a salir al encuentro de los fieles, catequizando.

"¡Ay de mí si no anunciará el Evangelio!". (1Co 9,16). Con lo citado nos indica el Papá Francisco, el compromiso existente en dar a todos la Buena Noticia, no quedarnos en la comodidad, en el aislamiento, sino salir al encuentro de las personas. La transformación misionera de la Iglesia, nos da como base el mandamiento misionero de Jesús: "Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos" (Mt 28,16-20).
Francisco, expone la crisis del compromiso comunitario; aquí el Papa pretende detenerse y dar una mirada pastoral, en algunos aspectos de la realidad. Dice el Papa: "No se puede vivir una auténtica evangelización sin la proclamación explícita de que Jesús es el Señor". Todos deben anunciar el Evangelio, es una tarea de la Iglesia.

En el capítulo cuatro, se tiene la dimensión social de la evangelización. Evangelizar, es hacer presente en el mundo el Reino de Dios, y en este está el Kerigma que está en el corazón mismo del Evangelio. Se trata nuevamente de salir al encuentro de todos, pero no con una actitud de confrontación, sino de enseñanza, de catequizar, de ayudar, de hacernos cercanos y amigos.
A continuación el capítulo cinco, titulado: "Evangelizadores con Espíritu"; que quiere decir, evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo, donde se motiva al cristiano a un renovado impulso misionero, donde se ora y se trabaja; lo referido nos debe conducir a "Aparecida" en Brasil, donde es contundente el llamado a ser discípulos y misioneros, en la imperiosa necesidad de ser protagonistas del mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Y finaliza, el Papa está exhortación con María, la Madre de la Evangelización, donde ella es la Madre de la Iglesia que evangeliza, y sin ella, no se terminaría de comprender el espíritu de la Nueva Evangelización; con ella entendemos la fidelidad, la obediencia y lo que significa ser un verdadero discípulo.
Exhortación Apostólica Gaudete Et Exsultate
En esta exhortación, el Papa Francisco busca hacer resonancia una vez más en el llamado a la santidad, procurando encararlo en en el contexto actual. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió " Para que fuésemos santos e irreprochables ante él, por el amor" (Ef 1,4). Francisco refiere a los santos como aquellos que alientan y acompañan a los cristianos, con su ejemplo a lograr la santidad, manteniendo con estos santos que han llegado a la presencia de Dios, lazos de amor y comunión.
Esto me lleva a recordar, palabras del Padre Omar Osiris López García, del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, donde desde la ciudad del Vaticano, daba la introducción (Presentación global) que explicaba el "Nuevo Directorio de la Catequesis", y señalaba algunas lecturas críticas del mismo (15 de Julio-2020), en una clase auspiciada por el Instituto "Escuela de la Fe" (Universidad Finis Terrae), Chile. El Padre mencionaba el caso de la nueva posición de la cristiandad en la actualidad, y él decía, que no vivimos el tiempo del cristianismo, sino de la secularización, que hemos estado invadidos por muchas fuerzas o corrientes, que han llevado a la sociedad por caminos distintos a los del cristianismo, y que ahora enfrentamos.

El Papa nos presenta a dos enemigos importantes para la santidad: el gnosticismo; dice Francisco, es una de las peores ideologías, ya que, al mismo tiempo que exalta indebidamente el conocimiento, considera que su propia visión de la realidad es la perfección. Ahora bien, se encuentran también los pelegianos, donde ya no era la inteligencia, lo que ocupaba el lugar del misterio y de la gracia, sino la voluntad.
En el capítulo tercero se presenta la siguiente pregunta: ¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano? y dice Francisco: "La respuesta es sencilla; es necesario hacer, cada uno a su modo lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas. La palabra 'feliz' o 'bienaventurado', pasa a ser sinónimo de santo".

Por último el Papa Francisco, escribe sobre la acción de que la vida cristiana es un combate permanente, y para ello hay que estar vigilantes y también en constante discernimiento, para estar despiertos y confiados con las armas de la fe que se expresa en la oración, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Santa Misa, la adoración Eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero.
Con esta exhortación, unida a la anterior tenemos ya dos elementos importantes: ser alegres viviendo el Evangelio, para ponerla en práctica, y el otro es que con ello vivamos el fruto que nos da lo referido; la santidad.
Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia
Esta exhortación, del Papa Francisco habla sobre el amor en la familia, porque dice el Papa: "La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia". Francisco muestra a la familia en las diferentes partes de la biblia, y es porque la biblia está poblada de familias; refiere a la relación de los esposos, al aspecto trinitario de esta, la ecología, la relación de los padres con los hijos, la fecundidad etc.
En el capítulo segundo, expone que no todo en las familias es color de rosas, sino que en efecto presentan dificultades y desafíos, como igual nos muestra la biblia en diferentes episodios. En las familias, debe volver a resonar siempre el primer anuncio, la profundización del Kerigma.
Pero, es allí en las dificultades, donde la familia debe recurrir a ese Supremo Bien, que es Dios, y pedirle que le ayude en la tarea de llevar con éxito el hogar. Porque, son múltiples las situaciones de adversidad, que se presentan en lo hogares, y una de ellas es la forma disfuncional de las mismas; donde sólo está mamá o papá, donde las tareas y trabajos de quienes sostienen el hogar es arduo, y pareciera no dar posibilidad al encuentro entre ellos, y así descubrir el amor que da la familia.

En el capítulo cuarto "El Amor en el Matrimonio" lleva este también al primer capítulo donde la familia es semejanza de la Santísima Trinidad, donde hay una existente comunión de amor; aunque aquí igual se encuentra esta comunión en el matrimonio, donde debe estar la paciencia, la actitud de servicio, el sanar la envidia, la soberbia, la amabilidad, el desprendimiento, la rabia, el perdón, alegrarse por los demás, todo se perdona, la espera, todo se soporta.
Francisco, expone que el amor siempre da vida; por eso el amor conyugal no se agota. La fecundidad en el matrimonio, tiene ese aspecto trinitario de comunión entre padres e hijos, donde esta el don de los hijos como regalo de Dios a los esposos. Los padres sinodales insistieron, comenta el Papa, en que las familias cristianas, por la gracia del sacramento nupcial son los principales sujetos de la pastoral familiar, y sostén de acompañamiento de los hijos.
El Papa termina esta exhortación, haciendo mención que los padres sinodales, han expresado que aunque la Iglesia entiende que toda ruptura del vínculo matrimonial, "Va en contra de la voluntad de Dios, de sus hijos". De esta manera es que la Iglesia acompaña, ayuda a discernir y ha integrar ante las dificultades de separación o ruptura.

Aunque, como he mencionado, hay muchas situaciones discordantes que llaman la atención con respecto a las familias; pero, la Iglesia manifiesta la acción permanente de acompañar, de ayudar, de entender, que en vez de separar o disgregar, trata en todo caso siempre, de mantener unidas a las mismas; pero sucedido el hecho de separación, de ruptura, el esfuerzo de la Iglesia debe ser el mismo en el acompañamiento.
Con las presentación de las tres Exhortaciones Apostólicas del Papa, ya tenemos un triángulo hermoso en el cual trabajar. Este es, la alegría de vivir que nos da el Dato Revelado, y con este lograr las virtudes que llevan a la perfección, a la santidad. Las dos partes antes mencionadas, si se trabajan, si se ponen en práctica con entusiasmo, llevarán a una vida en familia espléndida; que se mueve en la oración, en la meditación de la Palabra y en la obtención de las gracias divinas por los sacramentos.
Seamos alegres en el Señor, santos como Él es santo, y constructores de la civilización del amor en las familias, núcleo como siempre he dicho, de transformación, de conversión hacia los valores cristianos, y que lleva a una verdadera y eficaz evangelización de la Iglesia, y que inicia allí con los padres, principales catequistas de alegría, santidad y amor trinitario.
🕆S. José Ramiro Rondón.
🙂Gracias por sus comentarios...
Muy buen articulo, me gustan las palabras del Papa Francisco y me motivan a vivir el evangelio para llegar a la Santidad...