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Filosofía, Naturaleza, Ciencia y... ¿Dios?

Actualizado: 21 jul 2020

En la Filosofía de la Naturaleza, se encuentran dificultades importantes, para ella, en cuanto quien puede absorberle, o quien pretende hacerlo; como la ciencia o la misma metafísica; por la ciencia por su capacidad o necesidad de tomar para sí, el conocimiento de lo sensible, en el cual entendemos, a la filosofía de la naturaleza o por la metafísica, donde hacen entrada a la cosmología en su campo. La filosofía de la naturaleza, ha ocupado su posición como tal, y se ha establecido, pero con ello ha tenido que superar muchas contradicciones, y que buscan colocarla de un lado u otro, por su parecido o por su campo de acción, sea propio también de otros como la ciencia.


Santo Tomás, le llamo "philosophia naturalis", abarca tanto, la ciencia como a la filosofía de la naturaleza, es aquí donde también, se reflexionará, para ver algunos aspectos tanto de la filosofía, la naturaleza y sus dificultades, y la ciencia y su relación de unas con las otras.


Al tratar a la filosofía, la naturaleza y a la ciencia, conviene definir a cada una de ellas. La palabra ciencia, se origina del vocablo latín: "scientia" que significa, conocimiento o saber, la ciencia representa la curiosidad, que tiene el ser humano del comprender, por qué estamos aquí, y cuáles son las leyes naturales que nos gobiernan, dentro del aparente caos del universo, pero que mediante la ciencia, se va eliminando este, con la búsqueda de las leyes fundamentales, que rigen el universo y nuestra existencia.


Pero, la diferencia entre ciencia y la filosofía, en este momento, resulta importante. Mientras, que la filosofía explica la naturaleza del hombre, y del universo, mediante el uso de razonamientos lógicos, la ciencia plantea y demuestra, mediante la observación y la experimentación, la naturaleza del hombre y las leyes, que gobiernan el universo que le rodea. Aun, y cuando a continuación se mencionan nombres de grandes filósofos de los antiguos griegos, esta civilización dio el mayor número de registros científicos, con Tales de Mileto, Arquímedes, Euclides, Pitágoras o Democleto; sentaron las bases de la ciencia actual, mediante el uso del razonamiento lógico y, los primeros experimentos científicos.


Grandes científicos de la antigua Europa, como: Galileo Galilei o el gran Isaac Newton, estudiaron la naturaleza, descubriendo patrones matemáticos, los cuales les permitían producir y, controlar el comportamiento de ciertos fenómenos. Tras los descubrimientos de Isaac Newton, en diversas materias de la ciencia, como la física, las matemáticas o la astronomía, la ciencia resurgió, con todo su esplendor en la antigua Europa. Desde principios del siglo XX, hasta la actualidad la ciencia ha tomado, un protagonismo especial en la vida del hombre, todo lo que rodea al ser humano, es fruto del conocimiento de la naturaleza humana, y del universo. En función de la naturaleza estudiada, se dividen como ciencias naturales, las materias que estudian, los fenómenos naturales como: la astronomía, la biología, la química o la geografía entre otras.


Ahora bien, a continuación una serie de definiciones, sobre lo que es filosofía, dadas por destacados filósofos. Immanuel Kant (1961): “La filosofía es la ciencia especulativa que reflexiona sobre los principios de la razón” (p.54). Descartes (1945): “La filosofía es, por definición, el amor y la procura de la sabiduría. Por sabiduría se entiende no solo la sensatez en la vida diaria, sino un saber completo de todas las cosas” (p.55). Aristóteles (1945): “La filosofía es la ciencia, que estudia el ente en cuanto ente, y los accidentes que le son propios” (p.54).


La definición más corta, y bastante buena, es que la filosofía es el pensar sobre el pensar; o que la filosofía es el pensamiento, racionalmente crítico de un género, más o menos sistemático, sobre la naturaleza general del mundo (metafísica o teoría de la existencia), sobre la justificación de la creencia (epistemología o teoría del conocimiento), y sobre la conducción de la vida (ética o teoría del valor). Filosofía en griego, significa amor a la sabiduría, igual decir, que es el saber sobre la vida.


Entonces, se puede decir que el hombre hace progresar a la ciencia filosofando, la ciencia no nos dice, como son las cosas, sino como funcionan, la filosofía y la ciencia, se relacionan creando un dialogo con el razonamiento. La filosofía ofrece a la ciencia, todas sus propuestas y la ciencia las fundamenta en la medición, comprobación, tanto la filosofía como la ciencia buscan un interés particular, la razón; la filosofía completa y une a las ciencias particulares; ambas han buscado el progreso, y demuestran su resultado, conforme a la evolución del pensamiento, en el ser humano, ambas demuestran varios aspectos de lo planteado en un pasado hacia un futuro.


En cuanto a la naturaleza, esta se confirma, como una densidad ontológica tal, por el modo de ser en tanto sustrato y principio de acción; la metafísica aborda al ser en tanto naturaleza, como sustancia y esencia. Para el Dr. Carlos Sierra Lechuga (2000): “La filosofía de la naturaleza, tiene el gran reto al menos en este caso de saber, ciencia, sino sabe ciencia, cojeamos como filósofos y nuestros pensamientos filosóficos dejarán mucho que decir” (video).


Es claro, en determinar por lo expuesto, que la filosofía va unida o relacionada en mucho, con el quehacer de la ciencia; ellos se complementan, se dan la una a la otra, para lograr establecer la causa de las cosas, aun y cuando, quede claro también sus diferencias metodológicas, entre otras. Aunque, se diga que una vez la ciencia, descubre el porqué de algo, o descifre las dificultades para entender algo; la filosofía no tiene más nada que hacer allí, y pasa a trabajar sobre lo que la ciencia, no ha descubierto, o establecido con sus leyes y principios, como quien dice, que la filosofía, toma de que va quedando, pero sin duda que esto no es así, y más aún en toda nuestra realidad y cosas del mundo, hay mucha “tela” que cortar.


Lo que se puede notar, es que la filosofía de la naturaleza, si está muy bien establecida, cuando se propone o determina como Filosofía de la Naturaleza y Ciencia, pues, aunque sean muchas las diferencias, entre la filosofía y la ciencia, la naturaleza, les es común, y una y la otra necesitan de su participación, en la búsqueda de implantar la verdad, por lo menos de sugerirla e ir consiguiendo métodos, teorías, pensamientos en los cuales el hombre, pueda discernir, y así, caminar hacia el encuentro de lo desconocido.


A finales del siglo XIX, y en las primeras décadas del siglo XX, el positivismo comenzó a desmoronarse, pero la crisis de la visión positivista, fue consecuencia sobre todo, del desarrollo mismo de la ciencia: la formulación de las geometrías no euclidianas, de la mecánica cuántica y de la teoría de la relatividad, parecían poner fin a la aspiración del saber apodíctico, y determinista auspiciado por el cientificismo positivista. Toda una generación de científicos (Planck, Heisenberg, Einstein y De Broglie, entre otros), aun dentro de los límites de su formación filosófica, se mostraron muy deseosos, de entablar un dialogo con la filosofía. A la vez, que asistía también, a nuevas oleadas de cientificismo, apoyado en el éxito técnico, y en el dominio de la naturaleza que la ciencia seguía promoviendo.


Es claro, que en lo mencionado anteriormente, florecen diferencias en cuanto quien tiene el dominio, sobre la naturaleza, en cuanto al descubrir sus causas, principios, reglas. Vitoria (como se citó en Maritain, 2011): “Los antiguos absorbían las ciencias en la filosofía de la naturaleza; los modernos terminaron por absorber la filosofía de la naturaleza en las ciencias” (p.7). Quizás, por ello, es importante como se citaba anteriormente, con el Dr. Carlos Sierra Lechuga, que los filósofos deben tener una estrecha relación con las ciencias, por lo menos en este caso y que desean saber de ella, para no cojear.


Ahora, se expone también para la naturaleza, una pregunta importante: ¿es la naturaleza autosuficiente, o es causa eficiente?. En este tema, se puede exponer la posibilidad de una naturaleza autosuficiente, que no necesita de algo superior a ella, que le controle o ayude, de la cual ella no haya surgido; al ser autónoma, no necesita de Dios, y al no necesitar de Dios, necesariamente igual Dios no existe, porque no tiene nada que hacer allí; pero de esta manera, no se tendría nada en cuanto a una causa. Pero esto, no es lo que más nos interesa en este momento, pero si, lo que se expone a continuación, a una naturaleza como causa eficiente, donde su causa posible es Dios, como causa última.


Tenemos a una naturaleza, que con la ciencia ni si, ni no, es decir, que a esta no le interesa esta posición, siendo su único interés la comprobación experimental, y en lo sensible lo demostrable; con respecto a la filosofía, se nos da una mejor opción con el hecho, de que esta puede ser si, pero igual no, es decir que la filosofía, tiene perspectivas diferentes, dependiendo del pensamiento del filósofo, o de la corriente filosófica que la exponga, donde se muestra su punto de vista, y al cual dependiendo de este pensar, incluye a Dios o no.


En el segundo caso, se hablaría de ateos, pero en este caso se da por descartado, puesto que no teniendo a un ser, causa de lo referido no tenemos nada; si se habla de deísmo, si tenemos necesariamente a un Dios, pero este Dios es el Dios de Aristóteles, el motor inmóvil, aquél que no está con la creación, sino que permanece ajeno a ello, y solo su creación, es quien le busca; luego tenemos al panteísmo, que viene a ser el Dios inmanente, que dice, que la creación surge de él, por lo tanto tiene su misma esencia; pero esto es controversial, al asumir que el cuerpo humano tiene la misma naturaleza de Dios; siendo el hombre un ser finito, corruptible, limitado; y por último se tiene al teísmo, que indica a un Dios interviniente, que asiste, que se acerca a su creación, pero esta no sale de él, sino que la crea a imagen y semejanza de él, pero aún así, no le es dada la misma naturaleza divina.


Ahora, con todo lo mostrado, queda aún así, la duda de una naturaleza con Dios o sin Dios, autosuficiente, o como causa eficiente; siendo autosuficiente, tendríamos una naturaleza consciente de actuar, donde las catástrofes, serían respuestas propias de algo, que trata de restaurar, de ordenar, y no como reacciones del planeta a cambios posibles, por su constante movimiento en sus placas tectónicas, entre otras. Siendo así, la naturaleza misma podría hacer daño directamente a la humanidad, si lo quisiera, especulando por ejemplo, la naturaleza podría expulsar por medio de la vegetación, como lo hace con el oxígeno, toxinas que aniquilen o pongan en peligro la vida de este (del hombre), como una acción de castigo o equilibrio, debido a los daños que la humanidad le ocasiona al planeta. Es un tanto de ficción, sin duda, pero es el esfuerzo por exhibir lo aparentemente posible ante una naturaleza sin Dios, una naturaleza autónoma.


A continuación, se puede especular sobre la naturaleza, llegando a momentos diferentes de la historia, donde esta es tratada. Heráclito afirma, que uno no se baña dos veces en el mismo río, con esto sostiene, la imposibilidad de un conocimiento de la naturaleza. Heráclito en lugar de afirmar ese principio (la inteligencia está hecha para el ser) negando el devenir, como Parménides, desalienta a la inteligencia que está en búsqueda del ser que es su objeto connatural, cuando encuentra al devenir.


Platón, está muy cerca de Heráclito, en este punto de vista, del conocimiento de la naturaleza; busca a sí mismo el ser, y cae en el flujo de lo sensible, y desanimando él también, ante el flujo de lo sensible, dirá que el mundo de la naturaleza sensible, sólo puede ser objeto de opinión, no de ciencia. ¿Qué vemos desde la filosofía de la naturaleza en Platón? No hay, no puede haber filosofía de la naturaleza en un sistema como el de Platón.


¿Y qué dice Aristóteles? Comienza por criticar la teoría de las ideas, declarando que la metafísica de Platón, es falsa, puesto que no es una ciencia, propiamente dicha, sino una dialéctica, es decir, nos proporciona una explicación lógica, y no real de las cosas. Antes de alcanzar en las cosas de la naturaleza, el ser en cuanto ser, y su pura inteligilibilidad metafísica, la mirada de la inteligencia, puede y debe tener, en ellas una inteligencia contenida en lo sensible. El cambio radical en la concepción de la metafísica, determinan un cambio correspondiente en la concepción del conocimiento, de la naturaleza, después de esto es posible un conocimiento científico, una ciencia, es decir, un conocimiento del tipo perfecto, indestructible, una ciencia de la naturaleza sensible, una ciencia del universo sensible, de la mutación, del movimiento, del devenir.


Una ciencia, una sabiduría de la naturaleza sensible, no es posible, sin duda, en cuanto sensible, sino en tanto contenga elementos y leyes inteligibles. Estos elementos son las naturalezas, las leyes, las conexiones, y las necesidades inteligibles, que se han de descubrir, y que se pueden descubrir bajo el flujo de modificaciones contingentes.


Los primeros físicos de Grecia, habían preparado el camino a Aristóteles, y por eso este en sus obras como: “La Metafísica de Aristóteles” se refiere constantemente a ellos, quienes mezclaban todo, física y metafísica, y no poseían, sino una idea muy confusa, de los problemas propiamente filosóficos, que asomaban a propósito del conocimiento de la naturaleza. Estos problemas comienzan a plantearse a Parménides, Heráclito y luego con Platón.


Filosofía, Naturaleza y Ciencia; unidas sin duda, en el trascurrir de los siglos, con posturas diversas, y direcciones distintas, en cuanto a metodología y formas de buscar la verdad, pero con un mismo fin, en cuanto a lo que buscan, la verdad.

Se complementan para comprender y descubrir lo referente a la naturaleza, a cada paso que dan, incluso llegándose a confundir, como se menciona en párrafos anteriores, o cuando una de ellas toma la posición de la otra. A través del tiempo se encuentran y muestran a una Filosofía de la Naturaleza y la Ciencia y sus dificultades, y su relación de una con la otra.



🕆S. José Ramiro Rondón.



Referencias


Aristóteles (1945). Metafísica. Editorial. Espasa-Calpe. Buenos Aires.

Descartes (1945). Obras Completas. Editorial Ateneo, Buenos aires.

Honderich, Ted (2001). Enciclopedia Oxford de Filosofía, Madrid.

Jacques Maritain (1935). La Historia de la Filosofía de la Naturaleza y sus dificultades. Transcripción parcial de los capítulos I y II del libro Filosofía de la Naturaleza 1935.

Kant, Immanuel (1961). Critica de la Razón Pura. Editorial Losada, Buenos Aires.

Larissa Guerrero Álvarez, Prof. Raúl Cerda Pérez y Dra. Inés Guardia Rolando (2009).


Naturaleza, Libertad y Persona. Reflexiones sobre la paradoja humana. Tomado de la Revista Metafísica, persona, Filosofía, Conocimiento y Vida. Universidad de Málaga.

Mará Ángeles Vitoria (2011). La Relación entre Filosofía y Ciencias en Jacques Maritain. Implicaciones del quehacer científico. Pontificia Universidad de la Santa Cruz Roma.

Video: Dr. Carlos Sierra Lechuga (2000). ¿Qué es la Filosofía de la Naturaleza y si esta se reduce a la Cosmología?




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