Estemos preparados, porque no se sabe a qué hora va a venir el Hijo del hombre.
- José Rondón
- 12 nov 2023
- 2 Min. de lectura
REFLEXIÓN DE LA PALABRA
Mt 25, 1-13 (Dom-12’Nov)
En este evangelio nos vamos a encontrar varias palabras a tomar en cuenta, como: las lámparas, el aceite y reserva de aceite, porque está el aceite que tenía la lámpara, pero era prudente que se tuviera aceite de almacén, el banquete de bodas, el novio, hay algo en común también para todos y es la espera, otra muy importante es la preparación; pero se suma el hecho de que podamos quedarnos dormidos, por falta de oración, de fe, de obras (caridad). Son varios los aspectos que se muestran en esta parábola del Señor, para indicarnos la necesidad de mantenernos vigilantes, en vigilia, atentos, despiertos, algo que nos dirán las lecturas en el tiempo de adviento que ya se avecina.
Me concentraré en una palabra clave de toda la parábola, y es: estar preparados, esta engloba todo lo demás, porque una vez preparados a la llegada de aquel que de manera segura vendrá, no tendremos problemas en recibirlo y entrar al banquete de bodas preparado. Entonces, en lo que refiere a esta preparación, debemos ser prudentes, como menciona Mateo 25, en las obras de misericordia, haciendo lo bueno con nuestros hermanos, consolando, visitando al enfermo al privado de libertad, al hambriento, esa es el aceite de la reserva que si llegamos a tener en suficiente cuando el Señor vuelva estaremos muy bien para recibirle, aunque en algún momento lleguemos a dormir, por la falta de oración, por no alimentarnos de la Palabra de Dios entre otros.
¿Qué hacer antes de su llegada? cumplir con el mandamiento del amor que resume todo, y que en parte mencione en el párrafo anterior, para que con estos tesoros podamos tener aceite suficiente, porque una vez llegue el Señor, es sencillo, no tendremos más tiempo, simplemente será tarde. Hoy en el Santuario Nacional “Nuestra Señora de Coromoto”, patrona de Venezuela, se administrará el Sacramento de la Confirmación a los niños y niñas de la Vicaría “Quebrada de la Virgen”, que ese aceite sagrado con el cual serán ungidos, que no decaiga su fe, este aceite es personal, consérvelo y aliméntelo con la Palabra y la caridad, llenen la vasija, y así entraremos al banquete de bodas. Amén.
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