El mundo y la luz

Reflexión de la Palabra

Lc 16, 1-8 (Vie-10’Nov)

El evangelista san Lucas, al final del evangelio de hoy genera una reflexión, que debemos nosotros seguir desglosando “…los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”. Y un primer punto a tratar, es distinguir la naturaleza de aquellos que se encuentran en el mundo, y la de aquellos que son de la luz, que buscan lo trascendente, por lo que, en cuanto al primero les es propio ser muy hábil en las cosas del mundo, porque en efecto es del mundo, tras que el segundo no lo es, aunque viva en el mundo, y tenga que lidiar con él.

Jesús cuando elogia al administrador, no es que alaba la conducta deshonesta de este, en lo que es un pecado, sino que admira su sagacidad, la destreza para desenvolverse, para poder salir adelante en algo que evidentemente es malo, el amo que es Jesús, reconoce su habilidad, pero de igual les es claro que los que pertenecen a la luz, no les es tan propia esta destreza.

En parte de lo que puede ser la conclusión puedo decir que, aunque seamos aquellos que buscamos la santidad de vida y seamos “seres de luz”, hay una invitación clara a no ser tan quietos en el asunto de estar atentos a las cosa del mundo. Se trata pienso, de vivir nuestra vida en la luz, con astucia y agallas, frente a las exigencias del Reino. A lo referido me es útil citar Mateo 10,16; donde dice que: “Miren, yo los envío como ovejas en medio de lobos; sean, pues, astutos como las serpientes e inocentes como las palomas”. La frase “astutos como las serpientes” significa que debemos ser prudentes y cautelosos en un mundo hostil, y la frase “inocentes como las palomas” significa que debemos ser puros y sin malicia en nuestro carácter.

Por lo que, no significa que el amo este del lado de lo malo, sino de aquello que le es propio de aquel que es del mundo, y que de igual debería usar la oveja como menciona Mateo para ser astutos, en un mundo hostil, sin dejar de ser de la luz. Amén.