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El Mal: Episodio N°5

La Existencia del Sumo Mal como Causa de Todo Mal


Si existe un Sumo Bien, por ende existe un Sumo Mal. Aquello que es contrario al bien. Por lo tanto, es de sencilla consideración el hecho de una entidad de igual dimensión que la del bien. Sin embargo, ya se ha determinado el caso, en cuanto que, el mal no existe. A pesar de ello, se puede analizar la posibilidad del mismo, como condición para instituir, la respuesta al asunto del cual el Sumo Bien, no es partícipe en la creación del mal. Pero, el acontecimiento razonable, de que el mal deba tener un "padre", una causa de su misma naturaleza, no está alejado del pensamiento de muchos filósofos a través del tiempo como es el caso de los maniqueos. Por consiguiente, se expondrá, la existencia del Sumo Mal como causa de todo mal. Entiéndase, por Sumo Bien o Sumo Mal, aquello que es principio, es causa primera.



Como se dice en II De cielo et mundo, (ARISTÓTELES, c3. N.2 (BK 286a23): S. Th. Lect.4 n.7), si uno de los contrarios se da realmente, también se da el otro. Pero el sumo bien se da realmente, y es causa de todo bien, como quedó demostrado anteriormente (S. Th. q.2 a.3; q.6 a.2.4). Por lo tanto, hay un sumo mal que se le opone y que es causa de todo mal. (S. Th. I, q.49, a 3 ob 2 p. 484)

Pues bien, en lo sensato, se presenta lo razonable con la objeción; si existe algo y tiene su opuesto, entonces también existe. Por lo tanto, el Sumo Mal es el rival del Sumo Bien, es la causa del mal, y en consecuencia también de todos los males. Esto se entiende, como un problema esencialmente metafísico. Siendo así, Tomás de Aquino encuentra la solución en la privación del bien, que tiene en primer lugar una negación, que consiste en no atender la regla de la razón.



"Por eso, si hay algún bien que sea acto puro y no tenga ninguna mezcla de potencia (...) en ese bien no puede haber mal de ninguna manera" (De Malo, q.1, a.2, c⁵¹). Asimismo, ese bien, es el Sumo Bien, pero concebir un Sumo Mal que tenga todos estos atributos, representaría una verdadera confrontación de seres absolutos, contrarios entre sí. "Porque lo cierto es que ni la Belleza, ni los seres provienen de lo malo, ni tampoco de cosas indiferentes. Porque la causa es superior a lo causado, pues es perfecta" (Rojo, 2017, p. 32-33).


De manera que, Plotino centra al Sumo Bien, como aquello en lo cual no hay opuesto, ni siquiera, lo indiferente proviene de lo malo, porque la causa, define al autor, es superior a lo causado, por lo tanto, el mal no tiene cabida como Sumo Mal, como aquello que es causa o principio. "Está el hecho de que el sumo bien es causa de todo ser, como se demostró" (S. Th. q.2 a.3; q.6 a.4). "Por lo tanto, no puede haber algún principio opuesto a él que sea causa de los males" (S. Th. I, q.49, a 3. p. 485). En otras palabras, no hay Sumo Mal, causa de todo mal. Ni el mal ni tiene causa final, ni es él causa final de nada. Tras que, el bien si tiene razón de fin, es lo apetecible. Inclusive, si el mal eliminará todo el bien, sea anularía a sí mismo, porque el mal se funda en un bien, del cual se adhiere; pero no es así, por más que él se desarrolle, se extienda no podrá desaparecer totalmente al bien.



Resulta claro que no hay un primer principio de los males, como hay un primer principio de los bienes. Porque el primer principio de los bienes, es esencialmente bueno. Nada puede ser esencialmente malo, pues se demostró también, que todo ser, en cuanto a tal es bueno, y que el mal no se da más que en el bien, como en su sujeto. (S. Th. I, q.49, a 3. p. 485)

Como ya he mencionado, el Bien creo todo desde el principio a partir de la nada. Dios en su infinito poder realizo todo, haciendo que todo fuera bueno, y en efecto, el mismo hombre es reflejo de ese bien que le crea, a imagen y semejanza, todo es hecho del bien, no hay mención alguna de lo malo, ni posibilidad de su participación de él en la creación, siendo imposible que lo corruptible, fuera parte de lo que es perfecto. Dios es la perfección de lo perfecto.


"Si Dios es, ¿de dónde provienen los males? Por otra parte, ¿de dónde proceden los bienes, si Dios no es?" (Echavarría, 2012, p. 10) Este ancestral problema fue adecuadamente presentado por Boecio como una paradoja. Es decir, los bienes o los males deben proceder de algún lado, deben tener una causa, y lo referido ya esta expuesto en este artículo; lo bueno del Sumo Bien, y lo malo del bien, de manera indirecta, no del Sumo Bien (no directamente).


Al confirmar santo Tomás de Aquino la existencia de Dios, dice: "Si el mal es, Dios es. Pues no existiría el mal una vez quitado el orden del bien, del cual el mal es privación. Pero este orden no existiría, sino existiera Dios" (Echavarría, 2012, p. 10). Aprovecho la ocasión, al tratar el asunto del mal, para establecer lo oportuno que es admitir la presencia del mal en las cosas, porque siendo así, es determinante y claro la existencia de Dios. El Sumo Bien que si existe y es causa de todo lo creado.


En conclusión, ni el Sumo Mal existe, como principio para crear al mal, y por ende, el mal tampoco existe, solo como una privación, es el mal metafísico, por ser solo una carencia del mismo bien. Por tanto, es importante resaltar el hecho de poder del bien, en cuanto ser, a esencia, que busca de la plenitud del mismo. Pero, se debe estar atento al hecho exacto, cuando se refiere a la no existencia del mal, esta debe ser clara en lo ontológico.


"El mal existe realmente como una herida o una mutilación del ser, el mal está realmente allí, cada vez que una cosa (...) es privada de algún ser o de algún bien que debería tener" (Maritain, 1994, p. 2). El mal, es "real", por sus efectos y consecuencias, se define en lo metafísico, pero en lo moral es contrario al bien, y es decisivo en el acontecer de la vida del hombre, que depende de su voluntad, la cual goza de la libertad.



No dejes que el mal, te aleje del bien, busca, que se cumplan en tí, los grados de bondad, y de esta manera obtengas la plenitud del Ser (Santidad).



🕆S. José Ramiro Rondón.



Referencias


Tomás de Aquino. Suma Teológica.


Mayne, M., Klenner, N. (2017). El Mal en Santo Tomás de Aquino y el Problema de la Responsabilidad Humana. En Intus-Legere Filosofía, (Valparaíso Chile), Vol. II, 2.


Rojo-Vázquez. (2017). Tratado del Bien y del Mal. La Ética de la Filosofía Primera. Universidad Pontificia Comillas, Madrid, España.


Maritain, J. (1994). Santo Tomás de Aquino y el Problema del Mal. En Obras Breves de Jacques Maritain, Conferencia dictada en Marquette University, publicada en el capítulo VII del libro "De Berson a Santo Tomás", Milwaukee, EEUU.


Echavarría, A. (2012). Tomás de Aquino y el Problema del Mal: la vigencia de una perspectiva metafísica. En Anuario Filosófico Departamento de Filosofía Universidad de Navarra, Pamplona España, 44/3, ISSN: 0066-5215.



Nota: El presente artículo es el quinto de una serie, en relación al mal. Esto es, por lo extenso del tema, que aglomera miradas distintas al problema de lo malo.

Los mismos (los artículos, la mayoría) están sujetos al pensamiento de santo de Aquino, quien denota la filosofía/teología oficial de la Iglesia Católica, y por lo tanto su parecer con respecto al tema. El episodio que sigue al presente artículo es: El Mal de Pena y el Mal de Culpa.

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