El Mal: Episodio N°1
- José Rondón
- 26 jul 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 12 ago 2020
La Existencia del Mal Metafísico
¿El Mal existe? Inmediatamente se puede decir que si, por lo evidente de este en las acciones, en los efectos y circunstancias que vive el hombre. Pero, en ello se profundizará con el objeto de dar a conocer en qué forma lo hace, de qué manera el mal se concibe, ¿real o no?, de qué forma subsiste. ¿Tiene algo que decir Santo Tomás de Aquino, el promulgador de la filosofía oficial de la Iglesia Católica, en relación a este problema del mal, en cuanto a su existencia? Sin duda que si, el filósofo-teólogo expone de forma clara su existencia, y la manera en que logra hacerlo, y así, hacer sentir el efecto en su accionar.
Hay que establecer de forma clara, y en primer lugar, lo que es el Mal Metafísico. Podemos decir, que este es el origen de todos los males. Con metafísico se hace referencia, a algo que esta más allá de lo físico, lo ontológico, es el origen de mal moral, del mal físico, del mal accidental, del mal de culpa, del mal de pena; y que cada uno de estos connota una situación diferente. Pero, debemos ir paso a paso, para ir entendiendo lo que significa cada uno de estos males.

Todo fue hecho bueno desde el principio (Gen 1,1). Dios creo todo bueno, la esencia de las cosas es el bien, por lo tanto, el mal no parece posible, siendo que Dios es el Bien Absoluto. ¿Cómo es posible lo malo? lo referido cuestiona lo que la Biblia nos relata en cuanto a Dios, y también se pone en tela de juicio, el hecho de que el hombre siendo imagen y semejanza de Dios, que es amor y el Sumo Bien, sea posible en él lo malo. Pero, para esto debemos plantearnos primero varios puntos de vista con respecto al mal, para así descifrar lo que quiero exponer, y dar lo que la Iglesia Católica enseña.

El mal, afecta en varias dimensiones al hombre, como ya mencione anteriormente, en lo moral, en lo físico, entre otros. Ahora bien, muchas corrientes de tipo filosófico y religioso nos dan su perspectiva sobre el problema del mal, y describiré algunas: 1) El politeísmo; el hombre buscaba una explicación del mal, teniendo como punto de partida a la multitud de dioses, que en su disputa de unos con otros, generaban los males, según sus intereses y deseos. 2) El dualismo; esta corriente filosófica, también llamada maniqueísmo, por ser los puntales de la misma los maniqueos, que afirmaban la existencia de dos fuerzas metafísicas opuestas entre sí, en lo que es el bien y el mal, entendiendo de esta forma que el mal tenía existencia, tenía ser; posición que le permitía a lo malo tener el mismo derecho que el bien, y de esta forma tener la posibilidad de permanecer, de reinar. Pero, la idea maniqueista de estas dos fuerzas, es que en ellas se lograba mantener la armonía, el equilibrio.
3) El monismo; corriente filosófica, que da un cierto panteísmo, dando a Dios la potestad de ser lo único real, siendo todo lo demás apariencia, siendo el mal también una sombra, que no existe. 4) Epicuro; esta corriente filosófica explica que si Dios es omnipotente, entonces pudiendo quitar el mal y no puede, se concluye que Dios no es bueno como se dice; o si Dios quiere quitar el mal y no puede, se concluye que Dios no es omnipotente, de manera tal que si quiere y puede, por qué existe el mal, en conclusión: Dios no existe.

Con las definiciones dadas de varias corrientes filosóficas en relación al mal, ya tenemos un pequeño bagaje que nos permitirá entender las diferencias entre estas y el cristianismo, y así, encontrar el sentido católico que da la teología cristiana.
Como ya expuse anteriormente, cuando explicaba lo referente al dualismo; este tema del mal, se presenta como aquello que es contrario al bien, y que por lo tanto posee el mismo poder, la misma fuerza que este, existiendo en ambos una continua controversia. Esto como mencione, nos lleva al maniqueísmo, que expone este dualismo del Bien y del Mal; esa dura batalla entre ambas fuerzas, o también la armonía posible que da equilibrio al universo; y que es en lo que muchos entienden de malo. Pero, ya veremos que sucede con el Mal, al definir su naturaleza.

La Naturaleza del Mal
Con la finalidad de discernir acerca de la naturaleza del mal, demos la posibilidad cierta o no de que el mal tenga su propia naturaleza, es decir, que al igual que el bien exista como ente. Siendo así, como ya mencione anteriormente, las oportunidades del mal como ser, le permitirían sin duda establecer un lugar de poder, un lugar de importante posición de la creación misma, pues, sería lo cual existió desde el principio, y participa del posible dominio de lo creado; como algo que existe, va más allá todavía, pues seria como aquello que es igual al Bien, y que por lo tanto, conserva la oportunidad de ser todo.
El Mal, manifiesta ser algo, por precisamente ser un género, el género del mal, y de esta manera establecer que se trata de un ente. "Aún más. Lo que no existe, no actúa. Pero el mal actúa, porque corrompe al bien. Por lo tanto, el mal es un determinado ser, una naturaleza determinada" (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, q.48, a 1 ob 1. p.472). En lo insistente de las objeciones de establecer al mal como ente, se muestra una posición lógica del mismo, ciertamente el mal, al precisamente actuar, denota ser algo, puesto que actúa, y de esta manera coloca al mal como naturaleza, por ser contrario de otra cosa, el bien.
Entonces, ante lo planteado, pareciera estar claro lo tocante a la naturaleza del mal pero Jacques Maritain menciona:
Se sabe que sobre la metafísica del mal, santo Tomás de Aquino retoma y profundiza los grandes temas agustinianos: el mal no es una esencia o naturaleza, ni una forma, ni un ser: el mal es una ausencia de ser; ni es una simple ausencia o negación, sino una privación: la privación de un bien que debería existir en una cosa" (Jacques Maritain, "Santo Tomás de Aquino y el problema del mal", en Obras Breves de Jacques Maritain, Conferencia dictada en Marquette University, publicada en el capítulo VII del libro "De Berson a Santo Tomás", Milwaukee, EE.UU.), Vol 041, 1994, 07, p.2).
Con lo mencionado, se presenta una cita clara donde santo Tomás de Aquino, rechaza el hecho de que el mal represente un ser, tenga naturaleza, y de esta manera ponga en tela de juicio el hecho de que todas las cosas no sean buenas. En respuesta, a lo anteriormente dicho, con la objeción de la posible naturaleza del mal, en la Suma de los Gentiles en el cc. 79, dice: "El mal en general, no constituye esencia o naturaleza alguna. No es, por lo tanto, el mal algo positivo. Pero tampoco es algo puramente negativo. Es algo privativo, consiste en una "privación".

Por lo que, Jacques Maritain, refuerza el hecho claro en lo dicho en la Suma de los Gentiles, y reafirman el hecho de que el mal no posee naturaleza alguna, más aún ni es aquello que en sumo es lo contrario a lo bueno. Observando una palabra, que se repite en estos textos de manera reiterada, y que veremos en muchas ocasiones para referirnos al mal, es la privación. Y, ¿qué es la privación? Nos la define el mismo Santo Tomás: "Privación tomada propia y estrictamente, es la carencia de aquello que un ser "puede" y "debe" "tener" (c.6 SG). Con lo expuesto por santo Tomás, se puede entender al mal como un parásito que logra existir como huésped del bien. Debo recordar que estamos sujetando el comprender el Mal Metafísico y no estableciendo el mal moral, tema que se tratará en su momento.
(...) los pitagóricos, lo cuales sostenían que el mal era una naturaleza determinada. Por eso concebían el bien y el mal como géneros. (...) Como dice el Filósofo en X Metaphys "ARISTÓTELES", 9 c.4 n.6 (BK 1055a33): S. Th. Lect.6 n.2030"., la primera contrariedad es la de privación y la posesión; es decir, que cada una de estas se da en su contrario, puesto que cada unos de los contrarios es imperfecto con respecto al otro. Ejemplo: lo negro y lo blanco, lo amargo y lo dulce. Por lo cual, el bien y el mal son llamados géneros no en sentido absoluto, sino como toda forma tiene razón de bien, así también toda privación, en cuanto tal tiene razón de mal.
Dentro de esta perspectiva, queda claro lo referido a los géneros, entendiéndose que, en efecto el bien y el mal son contrarios, pero esto se da en lo moral, pero no en un sentido absoluto, es decir, que existen como contrarios, pero no con esto admitiendo que ambos tengan naturaleza. Sólo el bien, tiene naturaleza, es ser, en cambio el mal permanece por el bien, no posee una naturaleza, ni ser, que le haga "independiente". "En cambio, está lo que dice Dionisio en c.4 De Div. Nom.4: El mal ni existe ni es bueno" (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, q.48, a 1. p.472).

Queda claro, no existe metafísicamente, porque no tiene ser, es la ausencia de algo, de un bien, y no es bueno, porque en efecto es lo corruptible, es el mal. Ejemplo: un diente sano, es el bien, pero al enfermar por una caries, este es el mal; la ausencia de bien que debe haber en ese diente, es la caries en el diente, pero la caries por si sola no puede permanecer, porque depende del diente, para estar; de esta forma se hace "real".
La carencia de ser en sí y de esencia, y de forma, y de determinación, y la existencia del mal, su realidad, y su eficacia: he aquí lo que nos revela la monstruosidad metafísica del mal. (Jacques Maritain, "Santo Tomás de Aquino y el Problema del Mal", p.3).
Sin duda, la participación del mal, en cuanto a algo que no existe como esencia, pero que se hace real en las acciones, es lo determinante en la atención dada a este.

En conclusión:
El bien, es todo aquello que es apetecible (q.5 a.1). Por lo tanto, no es posible que el mal indique algún ser o una determinada forma o naturaleza. Con el nombre de mal se indica una determinada ausencia de bien. Por eso se dice que el mal ni existe ni es bueno, todo ser es bueno y no existir y no ser bueno es lo mismo" (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, q.48, a 1. p.474).
Queda, de este modo establecido que el bien, es el único con ser, y que el mal no posee naturaleza alguna. El Mal no existe.
🕆S. José Ramiro Rondón.
Nota: El presente artículo es el primero de una serie, en relación al mal. Esto es, por lo extenso del tema, que aglomera miradas distintas al problema de lo malo.
Los mismos (los artículos) estarán sujetos al pensamiento de santo Tomás de Aquino, quien denota la filosofía oficial de la Iglesia Católica, y por lo tanto su parecer con respecto al tema. El episodio que sigue al presente artículo es: La Presencia del Mal en las Cosas.
🙂Gracias por sus comentarios...
Me ha encantado, ya deseaba yo leer un artículo como este. Que el Señor siga bendiciendo tu lavor.
Excelente Artículo!!! Muy nutritivo ... Gracias 🙏🏻