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El hombre... ¿qué busca?

El hombre, un ser, una persona, curiosa de su entorno, que siempre está con el permanente deseo de conocer, y para ello, tiene en este plano los sentidos, que le permiten crear en su mente, aquello que percibe, recreando el mundo que logra captar, con estos en su interior, conectando lo externo y lo interno de sí mismo, y que su cerebro determina como lo cierto.



Entonces, lo que al hombre le viene desde afuera, lo que percibe en sus sentidos, lo externo, lo que obtiene como riquezas, rango, distinción social, no determinan lo necesario, pues, tampoco su esencia depende de estas circunstancias. Es solo, lo que obtiene al ver, escuchar, oler, sentir y saborear de un mundo dispuesto para él.


Entonces, es claro que el hombre, no por sola la razón, puede llegar al conocimiento de sí mismo; dice san Agustín: "La razón, no puede reconstruirse a sí misma. Para que sea posible semejante restauración, es menester la ayuda sobrenatural de la gracia divina". San Agustín, defiende la necesidad de la gracia, sin negar la libertad humana. Independencia, que le hará ganar o perder, en la prueba del amor de quien le creó. Autonomía, para obtener las virtudes que le llevarán a la perfección exigida, y que demuestran el amor por lo bueno, y por ende, el amor por Dios, ese amar sobre todas las cosas. El amor de Dios, es lo que le da sentido a la encarnación del Verbo y su sacrificio en la cruz, en ayuda del hombre.



Definitivamente, el hombre debe mirar en su interior, para descubrir quién es, para establecer su propia condición y naturaleza. Significa, también enmudecer para escuchar una voz superior, en cuanto a la verdad que le guie. Sin duda, un modo de acercarse al secreto, de la naturaleza humana: es la religión. La religión, es "religare", ese enlace que permite al hombre ir descubriendo, aquello que desea saber de su existencia, le ilumina, y le revela aquello que es verdad.


De modo, que con lo expuesto, determinemos lo qué es el hombre. Un ser racional, que percibe la realidad con su cuerpo y alma, en lo externo e interno de sí mismo, que busca constantemente, entender, percibir, y con ello, evoluciona a un mejor estado o nivel de conciencia, que le lleva a saber más de él cada día, con la ayuda de la gracia divina. El hombre, imagen y semejanza de Dios, busca conocer su esencia, y la esencia de su creador.


🕆S. José Ramiro Rondón.

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